lunes, 9 de noviembre de 2015

La picaresca española

El Lazarillo de Tormes visto por Goya
El Lazarillo de Tormes, Francisco de Goya
Fuente: Wikipedia
A menudo, se habla o se hace alusión al uso de la “picaresca española” (en especial, últimamente en los medios de comunicación, a colación de las tácticas de determinadas personas a la hora de evadir impuestos). Si bien es un hecho más que evidente que la novela picaresca surgió en la España del siglo XVI, ¿qué hay de cierto en que la picardía es una cualidad innata exclusiva o particular de los españoles, y por eso la fórmula de la novela de pícaros tuvo éxito entre los lectores? Porque tal fue el éxito de esta fórmula, que las diferentes variantes del género se explotaron tanto a lo largo del siglo XVII que se agotó. Hoy, en Apuntes de Babel, queremos realizar un repaso sobre los motivos que hicieron que la novela picaresca surgiera y triunfara en España, y analizaremos si, como nos han dicho en ocasiones, el pícaro fue un actor que apareció, exclusivamente, en la realidad española.

A lo largo de todo el siglo XVI, España fue cuna de una prolífica producción, no sólo de grandes títulos de la literatura, como La Celestina o el Amadís de Gaula, sino también de nuevas tendencias a la hora de novelar. Entre ellas, apareció la literatura con un pícaro por protagonista: la novela picaresca. El género se inaugura con las obras La vida del Lazarilo de Tormes (de discutida autoría, aparecida en 1554) y la primera parte del Guzmán de Alfarache (Mateo Alemán, 1599), y se desarrolla a lo largo del siglo XVII. Sin embargo, la crítica ha calificado la mayor parte de la novelística picaresca del XVII como decadente, y se ha tildado de picaresca menor a todas las obras creadas a lo largo de este siglo (a excepción de El buscón, de Francisco de Quevedo), a pesar de la gran nómina de autores que probaron suerte con los moldes de la escritura picaresca.

Los hechos socio-históricos fueron los que determinaron la evolución y el éxito del género picaresco: una gran crisis económica, con habituales bancarrotas, además de una crisis demográfica y la gran decadencia política de la España del XVI, que se unen a la presencia de otros problemas sociales como la mendicidad, el pauperismo o la delincuencia.

En este entorno socio-cultural, aparece en 1554 La vida del Lazarillo de Tormes, y establece las características generales del género que inauguraba: la verosimilitud, el determinismo (es decir, la imposibilidad de ascender socialmente debido a los orígenes infamantes) y la autobiografía, a través de la cual se relata un “caso” que justifica el deshonor final del protagonista. ¿Por qué surge la novela picaresca en España? La figura del pícaro no es exclusiva de la realidad española, ya que en todos los rincones del mundo, y en sucesivas ocasiones, se han padecido crisis tales (y aún peores) como la que asoló España en el siglo XVI, que hicieron abundar este tipo de personajes en sus sociedades. Sin embargo, es cierto que una serie de escritores españoles tuvo a bien, y con gran acierto, hacer del pícaro, del rufián, del que se ganaba la vida como podía, un personaje literario que trascendió fronteras. 

Otra de las novedades del Lazarillo reside en la localización espacio-temporal de la novela. Las novelas de caballerías, pastoriles (como la famosa obra La Arcadia) y sentimentales, en auge durante el siglo XVI, situaban la acción de sus personajes en un espacio y en un tiempo poco precisos o muy alejados de la realidad española. El Lazarillo, en cambio, localiza su trama en un tiempo conocido por todos los lectores (se mencionan las Cortes de Toledo, también el reinado de Carlos V), y en una geografía perfectamente especificada, con localizaciones como Salamanca, Almorox, Escalona, Maqueda o Toledo, reconocibles sin problemas para el lector de la época.

El autor del Lazarillo situó en este tiempo y este espacio tan común para el lector a un nuevo protagonista, el pícaro: un personaje que relata los detalles de su vida cotidiana en primera persona, haciendo hincapié en las necesidades que ha sufrido (entre las que destaca el hambre) y que finaliza en la misma posición en la que empieza dada su imposibilidad de evolucionar. Así surge el germen de este prolífico género, con un pícaro como hilo conductor de la historia, que aparece y triunfa en España gracias a la genialidad de los autores que escribieron bajo esta fórmula, y no a causa de que la picaresca sea una cualidad, exclusivamente, española.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Antonio Machado: vida y obra (II)

Antonio Machado y Manuel Machado . Fuente: portal.andina.com.pe Los años de la etapa soriana son muy intensos para el poeta, tanto en su vid...